¿DIOS NO HA MUERTO?
(selección interpretativa sobre un texto de Enrique Dussel)
...El sistema capitalista no es más que la divinización de un feti-
che, del fetiche dinero. Marx dice que la fetichización del
dinero debe ser negada, en esta negación consiste el ateísmo
de Marx, como lo muestra en El Capital (1867)...
...
Hegel, en su Fenomenología y especialmente en su Filosofía
de la religión, muestra lo que él llama “el viernes santo de
la razón”, que, según su interpretación del cristianismo y de la
muerte de Cristo, esta negación significaría la divinización dé
la historia. Hegel habla de la “muerte de Dios”, pero quien
verdaderamente ha lanzado esta propuesta ha sido Nietzsche
en su obra Así habló Zarathustra, cuando afirma: “Dios ha
muerto.” Pensemos esta cuestión por partes
...
...
Divinización del “ego cogito”
El discurso comienza así: El europeo partió de su continen-
te en las carabelas hacia los países periféricos, afirmando el
“yo conquisto”. “Yo conquisto” significa: “yo enfrento a los
otros para vencerlos” (a los árabes, por ejemplo, que no logró
vencerlos por la cruzada); “yo parto en mis carabelas, me
enfrento a los indios y los venzo; después venzo a los africa-
nos y los hago esclavos; después llego a la India y hago co-
mercio”. Ese “yo conquisto” es una experiencia originaria del
hombre europeo, capaz de vencer, de dominar. Poco a poco
el “yo” crece, ese “yo” se sustantiviza.
Colón llegó a América en 1492; un siglo y medio después,
un filósofo -Descartes- comienza a formular su pensar. El
pensar parte de la experiencia cotidiana; es por eso que cuando
Descartes busca el fundamento (lo irrefutable de cuanto pueda
pensarse, decirse, hacerse y ser) o encuentra en el “yo pienso”,
fundamento este que lo será de todo mundo posible.
...
...
Nietzsche, al admitir como única la teoría de la totalidad y
del “eterno retorno”, ignora un sinnúmero de otras posibilida-
des porque no las puede pensar. El hombre europeo, al matar al
Otro, mata la epifanía del Absoluto alterativo. Al fin del siglo
XIX el europeo llega a perder confianza en su divinidad y, por
ende, su estabilidad. Los pueblos oprimidos comienzan a clamar
justicia. La razón europea no encuentra el modo de encubrir
ideológicamente los hechos. Cuando los oprimidos comienzan
a moverse en Europa se constata que ya no hay dios. El des-
cubrir estar manchados con sangre es la propedéutica para el
reconocimiento de la culpa originaria del sistema: la opresión
de los pueblos de la tierra.
Cuando el “centro” reconozca su falta y permita la libera-
ción de los pueblos dominados, habrá un Otro y, cuando se
produzca el reconocimiento del Otro, sólo entonces surgirá la
posibilidad de la revelación del Absoluto alterativo. El Abso-
luto otro, por su parte, será el punto de apoyo de la crítica
que se ejerza en el nuevo sistema que se organice mundialmente.
He querido mostrar, programáticamente, la importancia esen-
cial de una arqueología filosófica. Dicho sea de paso, desde
Tales que dijo “todo está lleno de dioses”, hasta Nietzsche que
exclamó “Dios ha muerto”, el problema del Otro absoluta-
mente absoluto sigue siendo tema acuciante a ser pensado por
los hombres.
...
Fragmentos seleccionados por Prack de:
LA POLÍTICA Y LA ARQUEOLÓGICA DE LA
LIBERACIÓN *
*Conferencia dictada el 24 de noviembre de 1972 por Enrique Dussel
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Las metáforas teológicas de Marx
Enrique Dussel
Enrique Dussel
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