sábado, 20 de abril de 2013

¿Dios no ha Muerto?



¿DIOS NO HA MUERTO?

(selección interpretativa sobre un texto de Enrique Dussel)



...El sistema capitalista no es más que la divinización de un feti-
che, del fetiche dinero. Marx dice que la fetichización del
dinero debe ser negada, en esta negación consiste el ateísmo
de Marx, como lo muestra en El Capital (1867)...
...
Hegel, en su Fenomenología y especialmente en su Filosofía 
de la religión, muestra lo que él llama “el viernes santo de 
la razón”, que, según su interpretación del cristianismo y de la 
muerte de Cristo, esta negación significaría la divinización dé 
la historia. Hegel habla de la “muerte de Dios”, pero quien 
verdaderamente ha lanzado esta propuesta ha sido Nietzsche 
en su obra Así habló Zarathustra, cuando afirma: “Dios ha 
muerto.” Pensemos esta cuestión por partes
...

...
Divinización del “ego cogito” 
El discurso comienza así: El europeo partió de su continen- 
te en las carabelas hacia los países periféricos, afirmando el 
“yo conquisto”. “Yo conquisto” significa: “yo enfrento a los 
otros para vencerlos” (a los árabes, por ejemplo, que no logró 
vencerlos por la cruzada); “yo parto en mis carabelas, me
enfrento a los indios y los venzo; después venzo a los africa- 
nos y los hago esclavos; después llego a la India y hago co- 
mercio”. Ese “yo conquisto” es una experiencia originaria del 
hombre europeo, capaz de vencer, de dominar. Poco a poco 
el “yo” crece, ese “yo” se sustantiviza. 
Colón llegó a América en 1492; un siglo y medio después, 
un filósofo -Descartes- comienza a formular su pensar. El 
pensar parte de la experiencia cotidiana; es por eso que cuando 
Descartes busca el fundamento (lo irrefutable de cuanto pueda 
pensarse, decirse, hacerse y ser) o encuentra en el “yo pienso”, 
fundamento este que lo será de todo mundo posible.
...

...
Nietzsche, al admitir como única la teoría de la totalidad y 
del “eterno retorno”, ignora un sinnúmero de otras posibilida- 
des porque no las puede pensar. El hombre europeo, al matar al 
Otro, mata la epifanía del Absoluto alterativo. Al fin del siglo 
XIX el europeo llega a perder confianza en su divinidad y, por 
ende, su estabilidad. Los pueblos oprimidos comienzan a clamar 
justicia. La razón europea no encuentra el modo de encubrir 
ideológicamente los hechos. Cuando los oprimidos comienzan 
a moverse en Europa se constata que ya no hay dios. El des- 
cubrir estar manchados con sangre es la propedéutica para el 
reconocimiento de la culpa originaria del sistema: la opresión 
de los pueblos de la tierra. 

Cuando el “centro” reconozca su falta y permita la libera- 
ción de los pueblos dominados, habrá un Otro y, cuando se 
produzca el reconocimiento del Otro, sólo entonces surgirá la 
posibilidad de la revelación del Absoluto alterativo. El Abso- 
luto otro, por su parte, será el punto de apoyo de la crítica 
que se ejerza en el nuevo sistema que se organice mundialmente. 
He querido mostrar, programáticamente, la importancia esen- 
cial de una arqueología filosófica. Dicho sea de paso, desde 
Tales que dijo “todo está lleno de dioses”, hasta Nietzsche que 
exclamó “Dios ha muerto”, el problema del Otro absoluta- 
mente absoluto sigue siendo tema acuciante a ser pensado por 
los hombres.
...



Fragmentos seleccionados por Prack de:
LA POLÍTICA Y LA ARQUEOLÓGICA DE LA 
LIBERACIÓN *
*Conferencia dictada el 24 de noviembre de 1972 por Enrique Dussel


SE ENCUENTRA EN LA PARTE 5 DE ESTE LIBRO:





Tambien leer: 


Las metáforas teológicas de Marx
Enrique Dussel

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